martes, 26 de mayo de 2009
Errores ortográficos por Miriam
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sábado, 23 de mayo de 2009
Errores ortográficos por Miriam
sábado, 9 de mayo de 2009
martes, 5 de mayo de 2009
Relato de miedo, por Cristian Galván
A Chris le encantaban las herramientas, especialmente las motosierras. Un día, al salir del trabajo, fue al bar de la esquina. En él, se encontró a un compañero de trabajo suyo, Irving. Su compañero le invitó a varias cervezas, y él, aceptó. Volvió a casa a la una de la madrugada.
Medio borracho, se sentó a ver la tele en el salón. Daban una película de terror, y se quedó a verla. A las tres de la madrugada, terminó la película, y, para quitarse el miedo, se puso a aserrar cosas con su motosierra. Pero, al rato, oyó unos ruidos que provenían de la escalera, y él, asustado, apuntó en dirección a la puerta de la que provenían los ruidos. La puerta se abrió, y de ella salió su mujer, pero, por su borrachera, Chris se pensó que su mujer era un ladrón que había venido a robar, y Chris, asustado, encendió la motosierra y mató a su mujer. Al día siguiente, cuando se despertó, se acordó de lo que había ocurrido la noche anterior, y rápidamente, bajó al garaje, y vió el cuerpo de su mujer partido por la mitad. Perplejo por lo que veía, no pudo aguantar el dolor, así que cogió un cuchillo de cocina, para suicidarse y volver a estar con su mujer en el otro mundo. Su vida ya no tenía sentido.
Medio borracho, se sentó a ver la tele en el salón. Daban una película de terror, y se quedó a verla. A las tres de la madrugada, terminó la película, y, para quitarse el miedo, se puso a aserrar cosas con su motosierra. Pero, al rato, oyó unos ruidos que provenían de la escalera, y él, asustado, apuntó en dirección a la puerta de la que provenían los ruidos. La puerta se abrió, y de ella salió su mujer, pero, por su borrachera, Chris se pensó que su mujer era un ladrón que había venido a robar, y Chris, asustado, encendió la motosierra y mató a su mujer. Al día siguiente, cuando se despertó, se acordó de lo que había ocurrido la noche anterior, y rápidamente, bajó al garaje, y vió el cuerpo de su mujer partido por la mitad. Perplejo por lo que veía, no pudo aguantar el dolor, así que cogió un cuchillo de cocina, para suicidarse y volver a estar con su mujer en el otro mundo. Su vida ya no tenía sentido.
Turistas en Miami, por Cristian Galván
Este año, en Miami, había muchos turistas. Venían de muchos países distintos: Panamá, Colombia... Todos los señores y señoras se encyentran alojados en hoteles, pero de los que vamos a hablar ahora, se encuentran en el hotel Nef. Los que están en ese hotel no se conocen, pero algunos días se ven en la piscina y en el buffet, comenzaron a hablar y se hicieron buenos amigos.
Hoy, era el último día que estaban en Miami, y cada pareja hizo un tour. Laureano y Odalinda visitaron Naples, y cuando acabaron, se tomaron unos helados con Filiberto y Raquel, que visitaron Coconut. Luego llegaron a la plaza Jeremías y Mauricia, a quines les había encantado Downtown. Ahora están mirando unos escaparates de la plaza. Es una tienda de moda. Gerónimo y Noemí vienen de Bal Harbour, y ahora están hablando felizmente sobre su visita, cogidos de la mano. Son una feliz pareja.
Por último, también se encuentran en la plaza Ildo y Servia, que, en su visita a South Beach, se pararon en la tienda de regalos a comprar unos recordatorios.
Más tarde, volvieron al hotel, hicieron las maletas y se fueron en avión a su país. Habían sido unas buenas vacaciones para ellos.
Hoy, era el último día que estaban en Miami, y cada pareja hizo un tour. Laureano y Odalinda visitaron Naples, y cuando acabaron, se tomaron unos helados con Filiberto y Raquel, que visitaron Coconut. Luego llegaron a la plaza Jeremías y Mauricia, a quines les había encantado Downtown. Ahora están mirando unos escaparates de la plaza. Es una tienda de moda. Gerónimo y Noemí vienen de Bal Harbour, y ahora están hablando felizmente sobre su visita, cogidos de la mano. Son una feliz pareja.
Por último, también se encuentran en la plaza Ildo y Servia, que, en su visita a South Beach, se pararon en la tienda de regalos a comprar unos recordatorios.
Más tarde, volvieron al hotel, hicieron las maletas y se fueron en avión a su país. Habían sido unas buenas vacaciones para ellos.
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