jueves, 9 de abril de 2009

Cuando llovía, por Cristian Galván

Estaba lloviendo mucho, incluso cayendo granizo. Todo estaba muy oscuro, sólo podía ver a más o menos tres metros de distancia. Había una gran neblina. Los paragüas de las demás personas salían volando por los aires. Yo estaba en mi casa, más o menos caliente, porque estaba al lado de una estufa. Estaba muy abrigado, con un gorro, una bufanda y un chaquetón. Yo estaba mirando por la ventana, viendo a los coches pasar. Sólo podía ver las luces y poco más. El viento soplaba a unos 100 km. por hora. Estábamos en alerta roja, y no era para menos, porque la nieve cada vez caía más fuerte , y el granizo era cada vez más grande. Mi coche estaba aparcado fuera de casa, y, debido al granizo, se le hicieron muchos agujeros en el techo. Hacía mucho frío, y estábamos bajo cero.
En resumen, era otro día más en el que estábamos en alerta.

No hay comentarios: